Ya
estoy dispuesto a ser infeliz.
Estoy
dispuesto a ser el que no pasa de aqui,
el que se acerca al ayer como a un león hambriento
en lugar de apresurarse al luego temeroso.
Estoy ya dispuesto a meter, instintivamente,
el bajo bajo el brazo sudoroso de la cotidianeidad.
Ya me he convencido de la inmovibilidad del tiempo
y de su doloroso caminar.
La motivación en mi vida es encontrar razones para no seguir viviendo
y eso me otorga plenitud vital.
Intentar olvidar lo que vendrá.
lunes, 11 de diciembre de 2006
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